Una de las dificultades más
significativas de África es la escasez de lluvias, esto a los peques los dejó
muy desconcertados ya que son conscientes de la importancia de la lluvía pero “¿Dé
dónde sale la lluvía?” “De las nubes, eso está claro.” “¿Quién pone el agua
dentro?” “Nadie, las nubes son mágicas.” “Nooooo, ¡¡Es que tienen tuberías!!.” “Llueve
porque las nubes necesitan hacer pis”. Un debate muy interesante es el que
surgió en clase y aprovechamos este momento para trabajar el ciclo del agua a
través de una imagen que nos trajo Amalí y a través de rutinas de pensamiento.
En la que los peques tuvieron que reflexionar y plasmar en un folio lo que
veían (Veo), lo que pensaban sobre lo que estaban viendo (Pienso) y platearse
preguntas (Me pregunto).
Una vez que habíamos trabajado la imagen llegaba el momento de experimentar con el ciclo del agua, cogimos bolsas con cierre zip les dibujamos el sol, las nubes, y les echamos agua. ¿Os imagináis su excitación al verter agua en las bolsas? Cualquier experimento que lleve agua supone una fiesta.
Pero lo mejor estaba por llegar, colocamos las bolsitas en las ventanas de clase y al cabo de un rato observamos a ver qué había ocurrido al darles el sol, pero antes debíamos formular hipótesis sobre lo que pensábamos que iba a ocurrir. Sus hipótesis no iban muy desorientadas.
No olvidéis visitar a
nuestros amigos de la tribu Tuareg en “Pequeños Pizpiretos” y a
nuestros amigos de la tribu Zulú en “Un mundo de pequeñas cosas”,
para saber cómo están viviendo esta aventura.
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