Por un lado teníamos que
decorar un folio con mucha tranquilidad y paciencia para que quedase muy
bonito, pero ahí no quedaba la cosa porque después debíamos intentar hacer un
cilindro con él. Ha sido divertidísimo ver cómo giraban el folio y le daban mil
vueltas hasta que uno de los peques lo ha conseguido y ya todos los demás muy
astutos miraban de reojillo y al final todos han conseguido hacerlos, incluso
se han ayudado unos a otros para conseguir superar el reto. Han quedado unos
cilindros preciosos.
El siguiente reto ha
consistido en cortar tiras de folios de colores, una vez que teníamos las tiras
debíamos hacer cilindros de diferentes tamaños, pero para dar el reto por
concluido había que dejar volar la imaginación y pegarlos en una cartulina
creando diferentes composiciones. Y así de chulos han quedado los cilindros.
Os dejo esta pequeña muestra para que veáis la rapidez con la que hacen los cilindros.
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