viernes, 29 de septiembre de 2017

ATRAPAMOS NUESTRA MENTE CON MINDFULNESS

Desde hace unos años mi querida amiga Adela Camacho, toda una experta en Mindfulness, lleva hablando de las ventajas de practicar esta forma de meditación en el aula. Y por fin lo ponemos en práctica.

Mindfulness consiste en tomar conciencia de nuestros pensamientos y sentimientos mientras pasan por nuestra mente, aunque su puesta en práctica conlleva un estado del cuerpo y mente más relajada nunca debemos confundirlo con relajación. A través de él conseguimos que nuestros alumnos mejoren la atención, la memoria, desarrollen habilidades y técnicas para serenarse, desarrollen la creatividad…pero sobre todo, como dice Adela, conseguimos una clase más feliz.
A través de Mindfulness trabajaremos diferentes tipos de meditación (del silencio, de la respiración, del cuerpo…). Comenzamos la primera sesión acercando a los peques a este concepto y a la importancia de estar conscientes diariamente para disfrutar de lo que nos ofrece la vida a cada instante, de saborear cada pequeño detalle, en definitiva, que aprendan a estar atentos, eso que tantas veces les pedimos pero que nunca les decimos cómo deben hacerlo.
A través de la técnica de “La mente es una jarra” (extraída del libro  "Plantando semillas: La práctica de mindfulness con niños") conseguimos que se den cuenta de que los pensamientos y sentimientos están presentes constantemente en nuestra mente, para ello les mostramos una jarra transparente con agua (nosotros hemos utilizado un bol) que representa nuestra mente y varios recipientes con diferentes tipos de legumbres (preferiblemente que no floten) que representan nuestros pensamientos. Se les hace una pregunta ¿qué piensas cuando te despiertas? Y dejamos que hablen. A continuación se les pide que elijan un puñado de legumbres, el que más cuadre con sus pensamientos y sentimientos y lo echen en el agua. Es el momento de pedir a uno de los peques que remueva el agua con un agitador. Se les continúan haciendo preguntas y cuando aparecen sentimientos de alegría, tristeza, enfado, ira…añadimos un puñado de legumbres a ese agua en movimiento. Se mueve el agua con más fuerza, se les pide que se fijen en ella, se les pregunta si pueden ver las legumbres claramente, y se les dice que así está nuestra mente cuando nos sentimos angustiados, molestos, enfadados. A continuación dejamos de remover el agua e invitamos a los niños a respirar al ritmo de una campana. Observamos como las legumbres se van depositando en el fondo de la jarra. Es asombroso como llegan a relajarse mientras están atentos al agua. Una vez que se han depositado en el fondo las legumbres, gracias a estar atentos y a nuestra respiración, conversamos sobre cómo es ahora el agua. Les explicamos cómo a través de nuestra respiración hemos conseguido calmar y que descansen nuestros pensamientos y sentimientos. En otras ocasiones a través de la respiración nos podremos detener en ellos para entenderlos mejor y saber por qué nos sentimos alegres, tristes…



En el siguiente ejercicio trabajamos la respiración y lo hacemos a través de un juego y un audio de Adela Camacho, en el que  Jugamos a atrapar nuestra mente, la vamos a poner en nuestra respiración, si notamos que se escapa, vamos a por ella y la volvemos a traer, si viene un pensamiento le diremos que ahora no es su momento y que lo atenderemos más tarde.

Meditación del muñeco pincha aquí si quieres practicarlo en casa.
Mil gracias Adela por descubrirme este fascinante mundo del que sin duda sacaremos muchísimo provecho mis chiquitines y yo.

1 comentario:

  1. Me encanta!!! Llevo practicando mindfulness con mis peques desde los 3 años y les viene de maravilla. Te cojo la idea para practicarla con ellos. Muchas gracias

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