Con ayuda de Ángela, mamá de
Hugo, hemos trabajado el sentido del tacto y las diferentes texturas. Para esto cada peque trajo de
casa una cosa: dura, blanda, suave, áspera, lisa y rugosa. Nos las enseñaban a
todos los demás describiendo cómo era su textura y las metían en la caja que nos
trajo Cleo para jugar a descubrir las texturas de las cosas.
Ángela, iba llamando a los
peques que más atentos estaban, les ponía el antifaz y estos metían la mano
en la caja, cogían un objeto y describían si era blando o duro, liso o rugoso,
áspero o suave e incluso intentaban adivinar de qué objeto se trataba. El vídeo
que vais a ver corresponde al primer día que jugaron al juego. Con los ojos
tapados, les costaba identificar algunas texturas, al ser tan pequeños se
ayudan de la vista para identificar algunas de ellas; pues esta caja la hemos
dejado en el rincón sensorial para que jueguen libremente cuando entran a ese
rincón y es asombroso como solo en un par de días han interiorizado las
diferentes texturas y ahora no hay objeto que se les resista.
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